miércoles, 19 de agosto de 2020

Siete A.M.

Siete am
sin fracción
ni sistema operativo
no pude escapar
me escondí
en un último grito
una vez mas
juego terminado, demente otra vez
círculo cerrado de nuevo
fuera de juego y de radares
suficiente multi platino y paño
el turno del corredor ahora
diciembre deja el paso a enero
y en serie también
lo que hacía falta era una canción en la radio
para recaer en la recaída
y revolver la ruta de regreso
cortar camino por la ida
y alcanzar la cura
antes del diagnóstico
no puedo respirar
respirar
y no vuelvo hasta estar mejor
hasta que se haya quemado hasta el suelo
y mi color vuelva a ser el rojo
la semana próxima al presupuesto
kamikaze, a medio camino
entre Gandhi y Ozzy
perdiendo el sponsor
ganando al rival
bajo fuego enemigo, se forja el carácter
retirado también apunta
aunque no acierte
dispara, dispara, dispara
no consigo levantarme en hora
aullando al ridículo
porque todo es ridículo
desde el menor hasta el mayor
sin descanso
¿pero cómo me llamaba?
me olvido
no recuerdo
del fondo de la mente
el concepto más complejo
lo escribo y me olvido al segundo siguiente
pero lo recuerdo en el sueño
de la mano,
del mazo,
dale
me pagan por hacer esto
aunque no rime,
concuerda
por lo menos concuerdo conmigo mismo
más de lo que cualquiera
me recuesto, me relamo
recorro el camino de vuelta
a veces cuenta como pesadilla, pero
se rompe la fiesta
se rompe la mente
sale un tiro, endereza o tuerce
dame el volumen
que digo qué en este mundo se tuerce también
lo decía en mi cuarto
en silencio
cuántos hay ahora oyendo
y cuántos días digo lo mismo
lo mismo
lo mismo
nada más que problemas
solo ojos marrones
y llamadas por cobro revertido
a través del cable,
tan fácil
me vuelvo sobre mí mimo
a leer esto en mi cuarto
y a punto de romperlo todo
pero ya lo dije
no lo puedo romper
ni cultivar:
fingir sí
en mi cuarto y al micrófono
y decir más de lo que no dije
menos quizás
vamos a tener un problema
antes de empezar,
y ya le digo adiós a Montevideo
adiós a Bella Unión
y a Los Angeles
en cadenas o sin ellas
nadie las ve
nadie ve las ciudades
nadie ve la cadenas
o la ofensa
o la referencia
el gasto superlativo
cada centavo bien gastado.

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