¿Sabes que acaso te está hablando un muerto? (*)
¿Así que esto es la muerte?
El corto viaje del acero
clausuró la lluvia sin
fundamento,
la doble primavera
cada vez más escasa,
una piel que huele todavía,
última influencia corporal,
unión atroz del día y de la noche
carne que no es carne
ni partida
ni llegada
solo este calor,
el único lenguaje que conozco
y la sabiduría del abismo.
(*) Eduardo González Lanuza, Poema para ser grabado en un disco de
fonógrafo.
Versión de Eduardo Darnauchans, álbum "Sansueña" (1978)
POEMA PARA SER GRABADO EN UN DISCO DE FONÓGRAFO
¿Sabes que acaso te está hablando un muerto?
Eco callado soy que resucita
única voz que se atigró en cien soles.
No bronce o mármol: frágil cera aguarda
esta inmortalidad que estás oyendo.
Voz que ya nadie dice:
luz de un sol extinguido que aún galopa en el tiempo.
Bajo mis alas, trémulos,
se acurrucan minutos de otros días:
tu atención ya la he visto y he de verla
abierta en otros;
sois reflejos míos.
Yo soy la realidad, sombras vosotros
que con ser sólo un aire estremecido,
yo he de vivir aún más que quien me dijo.
Soy el claro prodigio sin misterio,
voz que se dice sola y para siempre.
En vano sobre mí pondrán los hombres
leve silencio o densidad de olvido.
Vendrá una mano y volaré de nuevo:
diré otra vez lo que te estoy diciendo.
Eduardo González Lanuza (Argentina)
(1900-1984)
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