domingo, 14 de junio de 2020

Corazón de sábado por la noche

No queda tiempo
en la costa del barrio al sur
ni trueno sobrio:
bolsillo vacío,
baila el perro negro
baila
aceita las cadenas.
Apenas resistir
contener el aliento
perdido
perdido
pálido,
como el perro negro,
otro pésimo hielo
sacude el vaso
lámpara hueca,.
¿Para qué tanta luz?
K.O. técnico,
fuego raso
el océano no me quiere de regreso.
Me quedo hasta escuchar
el fin del relato
de la ropa en el suelo
y las nueve de la mañana,
lavando las lagañas en la pileta del patio
corrigiendo el error del espejismo.
Además, le dije,
soy un autor inédito
publico mis poemas en un blog gratuito
no tengo dinero,
el poco que tengo lo gasto en cerveza
y paraguas.
Cóntala de nuevo, dale
la mesa está muy quieta
falta risa, sobran vasos,
dale
no puede ser peor que esto,
peor es abusar del relato
contándolo tres veces
cuatro.
No puedo escapar
del sábado a la noche
de la mosca en el vaso
el sostén no se abre
el azúcar del café
la guiñada no vista
rastro perdido
dale
cóntala otra vez, estoy escuchando
no la voy a escribir, tranquilo
no es una historia tan buena
y además,
no estaba prestando atención.
Una fiebre golpea
igual al verano sin sombra
y la carretera sin límite de velocidad.
Y vos cómo lo sabés,
si esa parte no la leíste,
el voltaje de la audiencia es bajo
una ruta sin luz ni descanso
despatarrada en un escritorio de bar;
no conduzcas si estás muerto,
no conduzcas si estás muerto
ni tramoyes para impresionar a un ebrio en un bar.
Sacarme de esta mesa
es lo que dictamina el rayo
antes que caiga la noche
como un hacha ensangrentada.

Portada de "The heart of saturday night", Tom Waits (1975)


No hay comentarios:

Publicar un comentario