en un lugar al que nunca viajé,
feliz más allá de toda experiencia
tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más frágil hay cosas
que me rodean,
o que no puedo tocar porque están
demasiado cerca.
una mirada tuya fácilmente me libera
aunque me haya cerrado como un
puño,
siempre abres, pétalo tras pétalo
mi ser,
como la primavera abre con un toque
diestro
y misterioso su primera rosa.
o si deseas cerrarme, yo y
mi vida nos cerraremos hermosa,
súbitamente,
como cuando el corazón de esta flor
imagina
la nieve cayendo cuidadosa en todas
partes.
nada que hayamos de percibir en
este mundo iguala
la fuerza de tu intensa fragilidad,
su textura
me somete con el color de sus
campos,
retornando a la muerte y a la
eternidad con cada respiro.
(no sé qué hay en ti que cierra
y abre, pero sé que algo me dice
que la voz de tus ojos es más
profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia tiene
manos tan pequeñas.
I put a spell on you |
somewhere i have never travelled, gladly beyond
any experience, your eyes have their silence:
in your most frail gesture are things which enclose me,
or which i cannot touch because they are too near
your slightest look easily will unclose me
though i have closed myself as fingers,
you open always petal by petal myself as Spring opens
(touching skilfully, mysteriously) her first rose
or if your wish be to close me, i and
my life will shut very beautifully, suddenly,
as when the heart of this flower imagines
the snow carefully everywhere descending;
nothing which we are to perceive in this world equals
the power of your intense fragility: whose texture
compels me with the colour of its countries,
rendering death and forever with each breathing
(i do not know what it is about you that closes
and opens; only something in me understands
the voice of your eyes is deeper than all roses)
nobody, not even the rain, has such small hands.
Escena memorable de "Hannah y sus hermanas" (Woody Allen, 1986)
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