viernes, 1 de noviembre de 2019

Ciudad Vieja

El marco no permite
que la acuarela se derrame
y le frena el paso
entre cuatro míseros lingotes.
Luna diurna
cielo blanco recortado
nube recta recobrada.
¿Siempre es así?
¿De arriba hacia abajo?
El horizonte amparado en cruces
como un cementerio de acero.
¿Quién conocerá los sueños
de las cúpulas de las catedrales?
Las palomas son santos alados
que se cagan en los transeúntes.
El palacio Salvo
siempre guarda para sí una porción de la noche
durante el día,
y las ventanas de la torre del puerto
reflejan el mismo atardecer cada día.
La cuerda de tambores,
única melodía percutiente
se repite a sí misma
sin que se repitan los intérpretes,
quienes aguardan
que cambie la luz del semáforo
para avanzar en vanguardia desmembrada
a un sueño
que no será susurro.

domingo, 27 de octubre de 2019

Realidad aumentada

Fisuras en la realidad,
la copia se escurre por las grietas
la hora del espectáculo
es el tiempo del derrumbe.
Vemos las rocas
desplome
desplome
desplome.
Arrastran los pinos a su paso
y las madrigueras de las langostas;
se unen entre sí
más tierra
hojas muertas
osamenta y arena.
El mapa se borra,
terremoto del territorio.
Desde nuestra pantalla de bolsillo
la imagen HD del derrumbe.
no reconocimos el escenario
hasta que el primero de los guijarros
rebotó contra nuestra puerta.

lunes, 21 de octubre de 2019

Cut piece (Yoko Ono)

I
La mirada también muda
no solo la voz
se queda sin voz.
Sonriente,
se acerca al vestido negro
que rueda escenario abajo.
el único par de tijeras,
las múltiples manos.

II
Quieto, primero:
la quietud es piedra fundamental,
quien se mueve
no ve,
quien mira
no se mueve.
Girar la cabeza, máximo.
arriba del escenario o debajo,
desnudo o vestido:
encierra con el ojo la mirada,
revela el cuerpo la tijera
rasga el tejido la mano.


domingo, 20 de octubre de 2019

Todo esclavo

Todo esclavo,
todo esclavo
las hojas se vuelan con el viento
lenguas lamen lenguas
gritos frotan palabras;
todo esclavo, banda ancha
cobra el bronce, también el oro
no viene dios, solo Duda
hay crédito sin efectivo
todo austero,
esclavo nada.
Todo esclavo,
y emborracharse se estima en quinientos pesos
drogarse en cuatrocientos
volver a casa en doscientos más
(según bajada de bandera al día)
y tipo de cambio según vendedor
del último día hábil del mes pasado.
Todo esclavo,
todo dueño.
Blinda el centro, raspa el contorno
pule el cardumen al depredador
envuelve el bosque al alambrado
todo esclavo
mutila la venda, no el disparo
de cabeza sueña el policía
de sotana coge el cardenal
todo cárcel,
todo esclavo
rotundo ciclo eterno
de saciar el hambre y esperar al abismo.
Comparece el canciller, firma el decreto
libera el cheque, cierra frontera
paga a tres meses, deja el surco
todo esclavo,
todo wi fi.
Navega el espacio el teléfono
racismo cabe en el bolsillo también
cubre el cielo el predicador
sube el volumen la tele
todo esclavo,
todo esclavo
Yo también quiero escupir desde el balcón,
bien educado y más compatible,
hágase mi voluntad,
diferida y cruzada.
¿Ya estamos en el aire?
Tres mil dólares el minuto,
la luna enciende el paso del peatón
(esclavo de la luz
y no lo sabe)
por cadena nacional
corriente alterna
inflama el ciudadano continuo,
mañana será el muerto
del titular de hoy
(esclavo del miedo
y lo sabe).
Todo esclavo,
todo grafiti oficialista.
Crece la pena, crece el delito
todo esclavo, todo delito
la pena violada también es pena.
dame tu muerto, sicario
dame tu precio, sicario
(esclavo del muerto
simula no saber).
Suena el timbre,
¿cuánto querés?
Me vendiste ayer, dame diez,
te pago cinco,
dos son para el juez
(esclavo del código penal).
Todo esclavo,
todo rock liberal.
La noche es noche hasta el día
el cambio es defensa
el credo preside el recinto,
ley encomienda la pena
tenemos la cara pintada y bailamos
hasta el cuello, esto es solo el principio.
¡Todo esclavo del final,
todo esclavo!
Pero al final yace el principio
lo sabías y no dijiste nada
y era ahora
y el relato es ley
(esclavo del ataque).
Todo esclavo.


APLAUSOS

lunes, 7 de octubre de 2019

Instrumento (I & II)

I
¿Suena la mano
a través del instrumento?
Es el dedo que suena
o la cuerda
o el tímpano
la sílaba en ida y vuelta.
Pájaro en derrota
ignora si su trino sonó
o se tragó el canto la noche.
¿Cómo terminan mis manos cada día?
¿Cómo son mis manos
al día siguiente?
O fueron cambiadas por las de alguien
quien no soy yo
quien no tocó las mismas hojas
sobre las que estoy escribiendo.
Leeré esto mañana
y será escrita por una garra distante,
lengua libre
ojo que no duerme
y veré otras palabras
en las mismas escritas.
No leeré esto mañana
y estará aquí también;
el tiempo no borra la tinta
pero mueve palabras por el aire.
Leerá otro mañana,
dará con el clavo en el siglo
el rayo de sol en la alfombra
la raya de sueño en la cara,
ve con lupa las letras
sin mi voz para leer
y será lo mismo
sin mí
sin nada de mí en las palabras.
Danza sin ritmo
de signos cambiados
paso de baile retruena el salón
la madera del piso no es muda
habla con eco de pisada
como el poema
sin manos
habló.


II
No leas, mejor
no veas en mí las palabras
no estoy allí.
un poco, sí
pero no solo allí.
Ensayo,
simulacro,
el paso previo del auténtico;
el primer canto
fue antes un grito
una deuda
fue antes una promesa
dios
fue primero una letra
el poema
es antes un nombre propio.

Me atrevo a releer
y leo otra cosa
también leo silencio
(otra palabra)
el día en la noche
ceniza, poco más que ceniza
vuela, se pierde, se cae
pero la cantidad de ceniza suficiente
ciega los ojos, los pasos y el aire.
Me atrevo a releer
para mí, para otro, para diez,
y leo otra cosa
leo diez cosas a la vez
y me creo más yo por un rato
enredo el silencio,
lo rompo un instante
hasta que vuelve
otra vez
a caer.

domingo, 6 de octubre de 2019

Respirá, además

Ida y vuelta en hoja,
revés del lado curvo,
pintura sin color, solo volumen,
recurso limitado y multiplicable por mil,
solo hace falta el aire.
Respirando,
del agua al viento
y de vuelta.
De pie veo la luz, me descolla
y estiro la mano sin mover las piernas
y se escapa,
no hay nombre para tanto vacío
hace falta inventarle uno
solo para acercarlo.
Se escapa,
es abrir la boca
y olvidarme de lo que iba a decir.
Hablá de una vez,
inventá palabras,
decí algo, mové el músculo húmedo,
negá el parentesco vegetal
dala vuelta, revolvé el nudo de piel,
reventá el silencio contra los dientes,
ingresá al panteón de los conversadores
sin suelo, ni maceta, ni vueltas hacia el sol,
devastá sin freno la nada inapresable de las rocas
volá de nuevo a la estratósfera embotellada de la palabra pronunciada por enésima vez.
Amontoná decibeles encubiertos,
transformá proteína en movimiento,
masticá la voz,
degustá el efecto.
Hincá la lengua en los dientes
no solo para hincar la lengua en los dientes
Saboreá como la primera vez que mordiste sandía
no te limpies la comisura, comé como demente
volcando baba sin esconder la bilis
o el suave ardor de la dulzura.
¿Te miraste en el espejo mientras hablabas?
¿Oíste tu propia voz leyendo tu propio poema?
¿Lo oíste leído por alguien más?
Vení, pero envuelto en llamas,
enroscado, balbuceante, trastocado
encontrando a cada grito el voltaje que no corre por los cables,
hay uno que se pudre en las antenas.
Volcá el vaso.
Rompé el vidrio antes que suenen las alarmas,
que cierto fuego arde mejor bajo el agua.



domingo, 25 de agosto de 2019

Secuencia de espacios en blanco

Espacio UNO
El bosque claro es una estrella,
caída en el campo difuso.
El bosque
dejó de ser cruel.
Después del desplome,
se incendió.

Espacio DOS
En realidad, no había tal bosque
ni tal crueldad,
la cruel
fue la estrella
por no quedarse quieta.

Espacio TRES
Desde lejos
vemos el humo subir en columnas,
chimenea sideral caída en desgracia.
No hay bosque
lo aplastó la estrella móvil,
caer
también es moverse.

Espacio CUATRO
Chimenea horrible
el humo del bosque.
Aquí tampoco
hay claridad.

viernes, 23 de agosto de 2019

César Vallejo - cinco textos de "Poemas humanos" (1931 - 1937)

ALTURA Y PELOS

¿Quién no tiene su vestido azul?
¿Quién no almuerza y no toma el tranvía,
con su cigarrillo contratado y su dolor de bolsillo?
¡Yo que tan sólo he nacido!
¡Yo que tan sólo he nacido!

¿Quién no escribe una carta?
¿Quién no habla de un asunto muy importante,
muriendo de costumbre y llorando de oído?
¡Yo que solamente he nacido!
¡Yo que solamente he nacido!

¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?
¿Quién al gato no dice gato gato?
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!
¡Ay!, ¡yo que sólo he nacido solamente!

YUNTAS

Completamente. Además, ¡vida!
Completamente. Además, ¡muerte!

Completamente. Además, ¡todo!
Completamente. Además, ¡nada!

Completamente. Además, ¡mundo!
Completamente. Además, ¡polvo!

Completamente. Además, ¡Dios!
Completamente. Además, ¡nadie!

Completamente. Además, ¡nunca!
Completamente. Además, ¡siempre!

Completamente. Además, ¡oro!
Completamente. Además, ¡humo!

Completamente. Además, ¡lágrimas!
Completamente. Además, ¡risas!...

¡Completamente!

TERREMOTO

¿Hablando de la leña, callo el fuego?
¿Barriendo el suelo, olvido el fósil?
Razonando,
¿mi trenza, mi corona de carne?
(¡Contesta, amado Hermeregildo, el brusco;
pregunta, Luis, el lento!)

¡Encima, abajo, con tamaña altura!
¡Madera, tras el reino de las fibras!
¡Isabel, con horizonte de entrada!
¡Lejos, al lado, astutos Atanacios!

¡Todo, la parte!
Unto a ciegas en luz mis calcetines,
en riesgo, la gran paz de este peligro,
y mis cometas, en la miel pensada,
el cuerpo, en miel llorada.

¡Pregunta, Luis; responde, Hermenegildo!
¡Abajo, arriba, al lado, lejos!

¡Isabel, fuego, diplomas de los muertos!
¡Horizonte, Atanacio, parte, todo!
¡Miel de miel, llanto de frente!
¡Reino de la madera,
corte oblicuo a la línea del camello,
fibra de mi corona de carne!


Hasta el día en que vuelva de esta piedra…

Hasta el día en que vuelva, de esta piedra
nacerá mi talón definitivo,
con su juego de crímenes, su yedra,
su obstinación dramática, su olivo.

Hasta el día en que vuelva, prosiguiendo,
con franca rectitud de cojo amargo,
de pozo en pozo, mi periplo, entiendo
que el hombre ha de ser bueno, sin embargo.

Hasta el día en que vuelva y hasta que ande
el animal que soy, entre sus jueces,
nuestro bravo meñique será grande,
digno, infinito dedo entre los dedos.

Los mineros salieron de la mina

Los mineros salieron de la mina
remontando sus ruinas venideras,
fajaron su salud con estampidos
y, elaborando su función mental
cerraron con sus voces
el socavón, en forma de síntoma profundo.

¡Era de ver sus polvos corrosivos!
¡Era de oír sus óxidos de altura!
Cuñas de boca, yunques de boca, aparatos de boca (¡Es formidable!)

El orden de sus túmulos,
sus inducciones plásticas, sus respuestas corales,
agolpáronse al pie de ígneos percances
y airente amarillura conocieron los trístidos y tristes,
imbuidos
del metal que se acaba, del metaloide pálido y pequeño.

Craneados de labor,
y calzados de cuero de vizcacha,
calzados de senderos infinitos,
y los ojos de físico llorar,
creadores de la profundidad,
saben, a cielo intermitente de escalera,
bajar mirando para arriba,
saben subir mirando para abajo.

¡Loor al antiguo juego de su naturaleza,
a sus insomnes órganos, a su saliva rústica!
¡Temple, filo y punta, a sus pestañas!
¡Crezcan la yerba, el liquen y la rana en sus adverbios!
¡Felpa de hierro a sus nupciales sábanas!
¡Mujeres hasta abajo, sus mujeres!
¡Mucha felicidad para los suyos!
¡Son algo portentoso, los mineros
remontando sus ruinas venideras,
elaborando su función mental
y abriendo con sus voces
el socavón, en forma de síntoma profundo!
¡Loor a su naturaleza amarillenta,
a su linterna mágica,
a sus cubos y rombos, a sus percances plásticos,
a sus ojazos de seis nervios ópticos
y a sus hijos que juegan en la iglesia
y a sus tácitos padres infantiles!
¡Salud, oh creadores de la profundidad…! (Es formidable.)

jueves, 22 de agosto de 2019

"A un poeta futuro" - Luis Cernuda (1944)

No conozco a los hombres. Años llevo
de buscarles y huirles sin remedio.
¿No les comprendo? ¿O acaso les comprendo
demasiado? Antes que en estas formas
evidentes, de brusca carne y hueso,
súbitamente rotas por un resorte débil
si alguien apasionado les allega,
muertos en la leyenda les comprendo
mejor. Y regreso de ellos a los vivos,
fortalecido amigo solitario,
como quien va del manantial latente
al río que sin pulso desemboca.

No comprendo a los ríos. Con prisa errante pasan
desde la fuente al mar, en ocio atareado.
Llenos de su importancia, bien fabril o agrícola;
la fuente, que es promesa, el mar sólo la cumple,
el multiforme mar, incierto y sempiterno.
Como en fuente lejana, en el futuro
duermen las formas posibles de la vida
en un sueño sin sueños, nulas e inconscientes,
prontas a reflejar la idea de los dioses.
Y entre los seres que serán un día
sueñas tu sueño, mi imposible amigo.

No comprendo a los hombres. Mas algo en mí responde
que te comprendería, lo mismo que comprendo
los animales, las hojas y las piedras,
compañeros de siempre silenciosos y fieles.
Todo es cuestión de tiempo en esta vida,
un tiempo cuyo ritmo no se acuerda,
por largo y vasto, al otro pobre ritmo
de nuestro tiempo humano corto y débil.
Si el tiempo de los hombres y el tiempo de los dioses
fuera uno, esta nota que en mí inaugura el ritmo,
unida con la tuya se acordaría en cadencia,
no callando sin eco entre el mudo auditorio.

Mas no me cuido de ser desconocido
en medio de estos cuerpos casi contemporáneos,
vivos de modo diferente al de mi cuerpo
de tierra loca que pugna por ser ala
y alcanzar aquel muro del espacio
separando mis años de los tuyos futuros.
Sólo quiero mi brazo sobre otro brazo amigo,
que otros ojos compartan lo que miran los míos.
aunque tú no sabrás con cuánto amor hoy busco
por ese abismo blanco del tiempo venidero
la sombra de tu alma, para aprender de ella
a ordenar mi pasión según nueva medida.

Ahora, cuando me catalogan ya los hombres
bajo sus clasificaciones y sus fechas,
disgusto a unos por frío y a los otros por raro,
y en mi temblor humano hallan reminiscencias
muertas. Nunca han de comprender que si mi lengua
el mundo cantó un día, fue amor quien la inspiraba.
Yo no podré decirte cuánto llevo luchando
para que mi palabra no se muera
silenciosa conmigo, y vaya como un eco
a ti, como tormenta que ha pasado
y un son vago recuerda por el aire tranquilo.

Tú no conocerás cómo domo mi miedo
para hacer de mi voz mi valentía,
dando al olvido inútiles desastres
que pululan en torno y pisotean
nuestra vida con estúpido gozo,
la vida que serás y que yo casi he sido.
Porque presiento en este alejamiento humano
cuan míos habrán de ser los hombres venideros,
cómo esta soledad será poblada un día.
Aunque sin mí, de camaradas puros a tu imagen.
Si renuncio a la vida es para hallarla luego
conforme a mi deseo, en tu memoria.

Cuando en hora tardía, aún leyendo
bajo la lámpara luego me interrumpo
para escuchar la lluvia, pesada tal borracho
que orina en la tiniebla helada de la calle,
algo débil en mí susurra entonces:
los elementos libres que aprisiona mi cuerpo
¿fueron sobre la tierra convocados
por esto sólo? ¿Hay más? Y si lo hay ¿adonde
hallarlo? No conozco otro mundo si no es éste,
y sin ti es triste a veces. Ámame con nostalgia,
como a una sombra, como yo he amado
la verdad del poeta bajo nombres ya idos.

Cuando en días venideros, libre el hombre
del mundo primitivo a que hemos vuelto
de tiniebla y de horror, lleve el destino
tu mano hacia el volumen donde yazcan
olvidados mis versos, y lo abras,
yo sé que sentirás mi voz llegarte,
no de la letra vieja, mas del fondo
vivo en tu entraña, con un afán sin nombre
que tú dominarás. Escúchame y comprende.
En sus limbos mi alma quizá recuerde algo,
y entonces en ti mismo mis sueños y deseos
tendrán razón al fin, y habré vivido.