domingo, 26 de mayo de 2019

Siete quince

1 – 7.15; antes 7.14; antes 7.13; 7.12; 7.11; 7.10. No, no, y recontra no. Hoy no me levanto de la cama. Cara contra la pared otra vez, la soga a punto de cortarse bajo el peso del minuto cada vez más pesado.

2 - Se ve mi rostro, se verá cuando salga a la calle, la veré frente al espejo; esconderé al espejo de mí.

3 – El tiempo corre también a través de mis caderas, cada pliegue de mi carne que se cae es además moneda que se cuenta, cliente que golpea, habitación que se debe, agua que chorrea entre mis piernas.

4 - Sudor de mí, sudor de los demás, palma tibia y palabra amable. El colchón que se hunde junto a mi peso, él prometió que volvería.

5 – Músculo tenso, flojo, tenso de nuevo; mueve motor del cuerpo; suspende el descanso, el único al que pienso volver.

6- Maravilla corporal, el desfile cotidiano, el timbre que no para de sonar, el rumor que no deja de correr.

7 – Liviano el suelo bajo el pie. Apenas cede el arco sobre el peso pegajoso del mundo.

8- Aspiro a descubrir adónde.

9 – Abandono completo, otra vez caeré. Solo ochenta revolcadas más en una cama que no es la mía, atracón de boca, saturada la pelvis, lamidos los pechos y los brazos, salida que se aleja a cada paso.

10 - Nuevo adiós, el abrazo que no se repite, pero los brazos que lo formaron continúan el rodeo incompleto y nadan en el aire amarillo cerrado.


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