(...)
No menosprecio la importancia de los servicios que han prestado los poetas modernos al explotar las posibilidades del verso sin rima. Demuestran la fuerza de un movimiento, la utilidad de una teoría. Lo que ni Blake ni Arnold pudieron realizar por sí mismos, se está haciendo en nuestra época. El "verso blanco" es la única versificación sin rima aceptada en inglés, con el inevitable pentámetro yámbico. El oído inglés es -o era- más sensible que ningún otro a la música del verso, y dependía menos de ese metro de la repetición de sonidos idénticos. No hay una campaña contra la rima. Pero es posible que el apego excesivo a la rima haya embotado el oído moderno. Prescindir de la rima no es un salto hacia la facilidad; por el contrario, impone una tensión mucho más severa. Al eliminar el eco reconfortante de la rima, queda de manifiesto de modo más inmediato el éxito o el fracaso en la elección de las palabras, en la estructura de la frase, en el orden. Suprimida la rima, el poeta se ve inmediatamente ante la barrera de las reglas de la prosa. Eliminada la rima, fluye de la palabra mucha música etérea que hasta entonces había crepitado inadvertida en los dilatados espacios de la prosa. Proscrita toda rima, muchos poetastros perderían su peluca.
Y esta liberación frente a la rima podría resultar también en una liberación de la rima. Liberada de la fatigosa tarea de completar un verso cojo, la rima podría aplicarse con mayor efecto allí donde más se necesita. Suele haber en un poema en verso blanco pasajes en que se precisa la rima para conseguir algún efecto especial, para producir una tensión repentina, para una insistencia acumulativa, para un cierto cambio de estado anímico. Pero lo cierto es que en cualquier caso el verso rimado en estrofas no perderá su puesto. Solo necesitamos el advenimiento de un escritor satírico -ningún hombre de genio escasea más para demostrar que el pareado heroico no ha perdido nada de su filo desde que lo crearon Dryden y Pope. En lo que atañe al soneto, ya no estoy tan seguro. Pero la decadencia de las estrofas intrincadas nada tiene que ver con la aparición del vers libre. Se había iniciado mucho antes. Solo en una sociedad bien trabada y homogénea, donde hay muchos que trabajan en los mismos problemas, solo en una sociedad como las que produjeron el coro griego, la lírica isabelina y las canciones del trovador, podría llegarse a la perfección en el desarrollo de esas estrofas. Y en cuanto al vers libre, llegamos a la conclusión de que no se define por la ausencia de estructura formal o de rima, porque hay otras composiciones poéticas que carecen de ellas, ni por la ausencia de metros, puesto que incluso el verso peor puede medirse; y llegamos a la conclusión de que no existe una división entre verso conservador y vers libre, porque solo hay versos buenos, versos malos y el caos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario