domingo, 29 de octubre de 2017

"Catay" (Ezra Pound, 1915).

"En 1915 publica “Cathay”, un pequeño volumen de poemas de Li Po traducidos por Ernest Fenollosa y reelaborados por Pound. Al contrario que los traductores americanos anteriores de la poesía china, estas versiones en verso libre ofrecen a los lectores textos comprensibles. Muchos críticos consideran los poemas de Cathay como la realización más acertada del Imaginismo. Sin embargo, como traducciones, continúan siendo fuente de controversias ya que ni Fenollosa ni Pound jamás hablaron o leyeron el chino con soltura; además de criticársele al poeta norteamericano el que omitiera o agregara secciones sin ninguna base en los originales. Para Hugh Kenner estas aparentes traducciones de textos orientales antiguos hoy se ven como experimentos poéticos". (Wikipedia)

CANCIÓN DE LOS ARQUEROS DEL SHU

Aquí estamos, recolectando los primeros brotes de los helechos
y diciendo: ¿cuándo volveremos a nuestra patria?
Aquí estamos porque tenemos a los Ken-nin como enemigos,
no paramos un segundo por culpa de estos mongoles.
Hemos agotado los tiernos brotes de helecho;
cuando alguien habla de volver, los otros de acongojan.
Ánimos apenados, el pesar es hondo, tenemos hambre y sed.
Nuestras defensas no son seguras, nadie puede dejar que regrese su amigo.
Agotamos los viejos tallos de helecho.
Decimos: ¿nos dejarán volver en Octubre?
No hay sosiego para los asuntos del reino, no paramos un momento.
Nuestro pesar es amargo, pero no querríamos regresar a la patria.
¿Qué flores se han abierto?
¿De quién es esa carroza? Del General.
Los caballos, incluso sus caballos, están cansados. Y eran fuertes.
No nos dan reposo, tres batallas al mes.
Oh, dios mío, sus caballos están cansados.
Los generales van sobre ellos y los soldados a pie.
Los caballos están bien entrenados, los generales llevan flechas de marfil y aljabas adornadas con escamas de pez.
El enemigo es rápido, hemos de ser cuidadosos.
Cuando partimos, los sauces se doblaban con la primavera;
Regresamos con nieve,
avanzamos con lentitud, tenemos hambre y sed,
nuestro ánimo está apesadumbrado, ¿quién sabrá de nuestro dolor?
De Bunno, aproximadamente 1100 a.C.



EL HEMOSO ATAVÍO

Triste, triste es la hierba a la orilla del río
y los sauces desbordan el jardín cerrado,
y adentro, la dueña, en la flor de su juventud,
blanca, blanca de rostro, vacila, mientras cruza la puerta.

Fue cortesana en otros tiempos,
y se casó con un bebedor
que ahora sale a emborracharse
y a ella la deja demasiado sola.
De Mei Sheng, 140 a.C.


CUATRO POEMAS DE PARTIDA

La lluvia cae sobre el polvo leve
los sauces del patio de la fonda
van a ponerse cada vez más verdes.
Mas tú, Señor, mejor será que tomes vino
antes de tu partida,
porque no tendrás amigos junto a ti
cuando llegues a las puertas de Go.
(Rihaku u Omatkisu)

SEPARACIÓN EN EL RÍO KIANG

Ko-yin va hacia poniente desde Ko-karu-ro,
Sobre el río hay esparcidas flores de humo.
Su vela solitaria mancha el cielo lejano.
Y, ahora, sólo veo el río,
El largo Kiang, que llega al cielo.
Rihaku

DESPIDIÉNDOSE DE UN AMIGO

Montes azules al norte de las murallas,
un río blanco serpenteando entre ellas;
aquí debemos separarnos
y recorrer mil millas de hierba muerta.

Mente como una gran nube flotante,
crepúsculo como separación de viejas amistades
que a distancia se inclinan sobre sus manos apretadas.
Nuestros caballos se relinchan
mientras nos vamos alejando.
Rihaku

DESPEDIDA CERCA DE SHOKU
“Sanso, rey de Shoku, construyó caminos”.

Dicen que los caminos de Sanso son abruptos,
escarpados como las montañas.
Las paredes se alzan frente al rostro de un hombre,
las nubes crecen desde la colina
cuando frena el caballo.
Hay árboles fragantes en el empedrado camino de los Shin,
sus troncos han reventado el pavimento,
y hay regatos cuyo hielo revienta
en medio de Shuku, una ciudad altiva.

Los destinos de los hombres ya están fijados,
no es necesario consultar a los adivinos.
Rihaku

LA CIUDAD DE CHOAN

Los fénices están jugando en su terraza.
Los fénices se han ido, el río fluye solitario.
Flores y hierba
cubren la senda oscura
donde descansa la casa dinástica de los Go.
Los brillantes vestidos y los brillantes gorros de los Shin
son ahora la base de colinas antiguas.

Las Tres Montañas caen a través del cielo lejano,
la isla de la Garza Blanca
divide la corriente en dos.
Ahora las altas nubes han cubierto el sol
y yo no puedo ver Shoan a lo lejos
y estoy triste.
Rihaku


SONG OF THE BOWMAN OF SHU

Here we are, picking the first fern-shoots
And saying: When shall we get back to our country?
Here we are because we have the Ken-nin for our foemen,
we have no comfort because of these Mongols.
We grub the soft fern-shoots,
when anyone says "Return," the others are full of sorrow.
Sorrowful minds, sorrow is strong, we are hungry and thirsty.
Our defense is not yet made sure, no one can let his friend return.
We grub the old fern-stalks.
We say: Will we be let to go back in October?
There is no ease in royal affairs, we have no comfort.
Our sorrow is bitter, but we would not return to our country.
What flower has come into blossom?
Whose chariot? The General's.
Horses, his horses even, are tired. They were strong.
We have no rest, three battles a month.
By heaven, his horses are tired.
The generals are on them, the soldiers are by them.
The horses are well trained, the generals have ivory arrows and
quivers ornamented with fish-skin.
The enemy is swift, we must be careful.
When we set out, the willows were drooping with spring,
we come back in the snow,
we go slowly, we are hungry and thirsty,
Our mind is full of sorrow, who will know of our grief?
by Bunno — Reputedly 1100 B.C
       
THE BEAUTIFUL TOILET

Blue, blue is the grass about the river
and the willows have overfilled the close garden.
And within, the mistress, in the midmost of her youth,
white, white of face, hesitates, passing the door.
Slender, she puts forth a slender hand;

and she was a courtezan in the old days,
and she has married a sot,
who now goes drunkenly out
and leaves her too much alone.
by Mei Sheng B.C. 140

FOUR POEMS OF DEPARTURE

Light rain is on the light dust
the willows of the inn-yard
will be going greener and greener,
but you, Sir, had better take wine ere
your departure,
for you will have no friends about you
when you come to the gates of Go.
(Rihaku or Omakittsu)

Separation on the River Kiang

Ko-jin goes west from Ko-kaku-ro,
the smoke flowers are blurred over the river.
His lone sail blots the far sky.
And now I see only the river,
the long Kiang, reaching heaven.
Rihaku

Taking Leave of a Friend

Blue mountains to the north of the walls,
white river winding about them;
here we must make separation
And go out through a thousand miles of dead grass.
mind like a floating white cloud,
sunset like the parting of old aquaintances
who bow over their clasped hands at a distance.
Our horses neigh to each other
as we are departing
Rihaku

Leave-taking Near Shoku

They say the roads of Sanso are steep,
sheer as the mountains.
The walls rise in a man's face,
clouds grow out of the hill
at his horse's bridle.
Sweet trees are on the paved way of the Shin,
their trunks burst through the paving,
and freshets are bursting their ice
in the midst of Shoku, a proud city.

Men's fates are already set,
There is no need of asking diviners
Rihaku

The City of Choan

The phoenix are at play on their terrace.
The phoenix are gone, the river flows on alone
flowers and grass
cover over the dark path
where lay the dynastic house of the Go.
The bright cloths and bright caps of the Shin
are now the base of old hills.

The Three Mountains fall through the far heaven,
the isle of White Heron
splits the two streams apart.
Now the high clouds cover the sun
and I can see Choan afar
and I am sad.   

Rihaku





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