El pasado no deja marcas,
todo se resuelve en ¿odio y guerra?
¿qué odio y qué guerra?
Gira el planeta y golpea
cien, mil, un millón cerca del acero
tiran del gatillo y no apuntan, sin escape.
La batalla terminó pero no el humo
las heridas, el socorro, los escombros.
Aunque faltó poco para tenerlo todo,
se apagó como faro entre la niebla.
Sin secretos para guardar, son en vano los
poetas
cien, mil, un millón de palabras
tan vacías, tan sordas, tan grito bajo el
agua.
Ya cada cosa en su lugar,
inmóvil al fuego y la fuerza no alcanza,
jamás alcanzó.
La revolución es rutina.
de "Seis de copas" (Ed. Voces, 2008)
BURN BABY BURN!
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