martes, 30 de marzo de 2021

Frío inmoral (A Bob Dylan)

 UNO


El frío era inmoral,

el sol me tostaba los ojos,

la piel como bronce

sensible como la pólvora

y me pregunté

“¿cómo haré para adaptarme?”

Sembraron mi cerebro

pero nunca germinó:

avanzó más el asesino serial

publicidad online

temporada veintitrés, episodio catorce

la plataforma de TV

de formato repetido

“muéstrame, Señor, de nuevo el programa”.

Invoco el disfraz

para decir lo que se me antoje

sin sonrojarme,

sin sonrojarme.

La cámara de comercio de Maldonado

me mira fijo

como me atreví a pedir fondos

para una alabanza a la sombra;

no moriré por tragarme el orgullo,

eso no es veneno, no.

Igual ajetrea volar al raso

tanta promesa impacienta,

doy parte de enfermo

o digo que doné sangre

y evito una parte del embrollo.

Enciendo la radio

también otro cigarro

sigo camino, murmuro en mí.

Aguardo a mañana

atravieso el alambrado

y la siesta me topa al trote

oigo voces y me destapo.

DOS

 

Le di lo mejor,

(pensé que lo mejor era un collar de perlas).

Que es lo que quieres de mí

un lugar seguro

una segunda taza de café

la memoria de la semana pasada

siéntate un momento

aquí en mi silla,

sin millas o distancia

el cruce de caminos se acerca

quiero saber en que soy bueno

y en que me equivoqué

por eso dejo la mente sin freno,

avanza sin señal de alto

un semáforo cada tanto

o sea, la mente es un auto

y las manos una caja de cambios

tus pestañas de acero no se esconden tampoco

mi mentira es mi perjuicio

el ladrón se llevó todo

permanezco borracho, así la llevo

afuera, en la calle, sin teclado

confiando solo en mi memoria

y ni teclado ni memoria son buenos aliados para la poesía

el mejor amigo es el sótano

o subsuelo, que en Uruguay no se usa

la gabardina me queda grande

la gabardina me queda chica

no nací para estos tiempos

no nací para estos tiempos

salgo a flote a la fuerza,

braceando, rogando por otra dosis

mis brazos no dan más, la orilla donde está

me engañaron otra vez

tuvieron mi voto, mi defensa,

mi parte para el abogado

mi ración la sigo esperando,

la puerta no la puedo abrir

tengo la llave, robaron el cerrojo

lloras, sigues llorando

pienso como salir, como abrir la puerta

ya me convencí, pero no puedo convencerte

ya armé mi tabaco, ya cargué mi pipa

estarás bien, siempre estás bien

lo que no está bien

es el tren que atrasa

y lo espero en la estación

le pregunto al guardia, no sale de su heladera

y espero, aguardo a que algo cambie

tengo hambre, pido un sanguche

pero mi estómago desapareció

y no tengo dinero para comprar comida

pasa el tren y me queda un abono

encuentro un asiento,

no significó trabajo alguno, el vagón venía vacío

desconfío hasta que de existiera el chofer

pero me las ingenio para abrigarme con mi remera

y duermo mientras dura el viaje.

Descanso,

descanso,

descanso

como un rey que sabe que a la mañana

su corona lo estará esperando en su mesa de luz

aunque ni siquiera esté seguro

de que cuando despierte vaya a estar el morral

que dejé en el asiento vecino.

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