UNO
El frío
era inmoral,
el sol
me tostaba los ojos,
la piel
como bronce
sensible
como la pólvora
y me
pregunté
“¿cómo
haré para adaptarme?”
Sembraron
mi cerebro
pero
nunca germinó:
avanzó
más el asesino serial
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online
temporada
veintitrés, episodio catorce
la
plataforma de TV
de
formato repetido
“muéstrame,
Señor, de nuevo el programa”.
Invoco
el disfraz
para
decir lo que se me antoje
sin
sonrojarme,
sin
sonrojarme.
La
cámara de comercio de Maldonado
me mira
fijo
como me
atreví a pedir fondos
para
una alabanza a la sombra;
no
moriré por tragarme el orgullo,
eso no
es veneno, no.
Igual
ajetrea volar al raso
tanta
promesa impacienta,
doy
parte de enfermo
o digo
que doné sangre
y evito
una parte del embrollo.
Enciendo
la radio
también
otro cigarro
sigo
camino, murmuro en mí.
Aguardo
a mañana
atravieso
el alambrado
y la
siesta me topa al trote
oigo voces y me destapo.
DOS
Le di
lo mejor,
(pensé
que lo mejor era un collar de perlas).
Que es
lo que quieres de mí
un
lugar seguro
una
segunda taza de café
la
memoria de la semana pasada
siéntate
un momento
aquí en
mi silla,
sin
millas o distancia
el
cruce de caminos se acerca
quiero
saber en que soy bueno
y en
que me equivoqué
por eso
dejo la mente sin freno,
avanza
sin señal de alto
un
semáforo cada tanto
o sea,
la mente es un auto
y las
manos una caja de cambios
tus
pestañas de acero no se esconden tampoco
mi
mentira es mi perjuicio
el
ladrón se llevó todo
permanezco
borracho, así la llevo
afuera,
en la calle, sin teclado
confiando
solo en mi memoria
y ni
teclado ni memoria son buenos aliados para la poesía
el
mejor amigo es el sótano
o
subsuelo, que en Uruguay no se usa
la
gabardina me queda grande
la gabardina
me queda chica
no nací
para estos tiempos
no nací
para estos tiempos
salgo a
flote a la fuerza,
braceando,
rogando por otra dosis
mis
brazos no dan más, la orilla donde está
me
engañaron otra vez
tuvieron
mi voto, mi defensa,
mi
parte para el abogado
mi
ración la sigo esperando,
la
puerta no la puedo abrir
tengo
la llave, robaron el cerrojo
lloras,
sigues llorando
pienso
como salir, como abrir la puerta
ya me
convencí, pero no puedo convencerte
ya armé
mi tabaco, ya cargué mi pipa
estarás
bien, siempre estás bien
lo que
no está bien
es el tren que atrasa
y lo
espero en la estación
le
pregunto al guardia, no sale de su heladera
y espero,
aguardo a que algo cambie
tengo
hambre, pido un sanguche
pero mi
estómago desapareció
y no
tengo dinero para comprar comida
pasa el
tren y me queda un abono
encuentro
un asiento,
no
significó trabajo alguno, el vagón venía vacío
desconfío
hasta que de existiera el chofer
pero me
las ingenio para abrigarme con mi remera
y
duermo mientras dura el viaje.
Descanso,
descanso,
descanso
como un
rey que sabe que a la mañana
su
corona lo estará esperando en su mesa de luz
aunque
ni siquiera esté seguro
de que
cuando despierte vaya a estar el morral
que
dejé en el asiento vecino.